El Derecho laboral se encarga de regular las relaciones que se establecen a raíz del trabajo humano. Este tipo de Derecho también se llama Derecho Social porque sufre transformaciones: antes era un derecho de clase y hoy es un derecho común. Además, nace de la sociedad de acuerdo a sus necesidades. Como hecho social, el trabajo contempla el establecimiento de relaciones que no son simétricas. El empleador (quien contrata a un trabajador) cuenta con una mayor fuerza y responsabilidad que el empleado. Por eso, el derecho laboral tiende a limitar la libertad de cada compañía a fin de proteger al involucrado más débil de esta estructura. Lo que supone que el derecho laboral se basa en un principio protector que establece que tanto el propio empleador como el trabajador desarrollan sus derechos y sus deberes sin caer en conductas abusivas, en base al sentido común.

El derecho laboral también contempla otra máxima, consistente en que ningún trabajador puede llevar a cabo la renuncia de los derechos que se le establecen como tal por parte de la legislación laboral, como no poder trabajar más horas de las que están establecidas ni renunciar a cobrar menos de lo estipulado. Cabe resaltar que las relaciones laborales están regidas por una ley de contrato de trabajo y diversas normas complementarias. Por otra parte, existen convenios colectivos de trabajo que se aplican a distintos grupos profesionales. Estos convenios son acuerdos que se negocian entre los empleadores y los empleados y que deben ser aprobados por el Estado. Existen dos tipos de ellos: los convenios de empresa, en los que ejercen de interlocutores los delegados sindicales o los comités de empresa, y los convenios de rango superior, donde son los sindicatos los encargados de tener la representatividad.